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Los trastornos específicos del aprendizaje se producen cuando el rendimiento académico de la persona en lectura, escritura o cálculo es significativamente inferior de lo esperado. Es decir, a través de la evaluación con pruebas estandarizadas, se comparará si su nivel es adecuado para su edad, escolaridad o capacidad intelectual (Ardila et. al. 2005). Generalmente, estos trastornos son detectados y diagnosticados en la infancia o adolescencia. Por lo tanto, es importante empezar con una distinción entre diferentes términos relacionados.
DIFICULTADES EN EL APRENDIZAJE
Son errores específicos, simples pero persistentes, cuando la persona tiene que realizar tareas relacionadas a la lectura, escritura y cálculo. De igual manera, estos errores no interfieren en su desempeño diario, ni afectan significativamente el aprendizaje, manejo y/o comprensión de contenidos. Adicionalmente, estas dificultades se desarrollan por la obtención de un aprendizaje incorrecto. Por esta razón, su adquisición se da como resultado de un método de enseñanza. Con la intervención adecuada, se puede modificar y reeducar esta información.
ALTERACIONES DEL APRENDIZAJE
Son de carácter específicas, no globales, y provocan dificultades en los procesos básicos de aprendizaje. Por ende, puede resultar en un problema significativo en el momento de aplicar estos conocimientos en la vida diaria. Según Ríos-Flórez y López-Gutiérrez (2017), tienen una base biológica-estructural subsecuente a daños cerebrales en la gestación, período de desarrollo o posterior al proceso de funcionamiento. Como resultado, las redes sinápticas que dan soporte al aprendizaje incorporan de forma inadecuada la información.
Es decir, es un tema relacionado al funcionamiento interno y ligeramente influenciado por medidas escolares o contextuales de la persona. Asimismo, estas alteraciones no son incapacitantes en la adquisición del contenido académico ni limitan totalmente a la persona.
TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL APRENDIZAJE
Estos trastornos del neurodesarrollo son de origen biológico, lo que afecta al nivel cognitivo de la persona. Su etiología está relacionada a factores genéticos y ambientales. Como resultado, la persona tiene:
1.dificultades para percibir y/o procesar de forma precisa la información verbal o no verbal. Adicionalmente, en comparación con las alteraciones del aprendizaje, debido a la localización, extensión o magnitud del problema estructural (sea del desarrollo o adquirida), compromete errores mayores en la configuración de las redes neuronales que consolidan el aprendizaje específico.
Como resultado, las tareas de la vida cotidiana se ven comprometidas notablemente. Asimismo, los trastornos específicos del aprendizaje tienen como característica principal la comorbilidad, es decir, la existencia de otro tipo de alteración.
CATEGORIZACIÓN DE LOS TIPOS DE TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL APRENDIZAJE
Los trastornos específicos del aprendizaje están divididos en tres categorías, dependiendo del tipo de dificultad que presenta la persona. De acuerdo con el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), serían los siguientes:
Lectura: Puede producirse con respecto a la fluidez lectora, precisión con la que realiza la tarea y comprensión.
Escritura: Se presenta cuando hay dificultades para corregir ortografía, gramática, y puntuación. Asimismo, se evidencia en la claridad y organización de las ideas escritas.
Matemáticas: Se produce por problemas de procesamiento de la información numérica, aprendizaje de las operaciones aritméticas y la falta de cálculo correcto o fluido.
DIAGNÓSTICO DE LOS TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL APRENDIZAJE
Para poder diagnosticar, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales indica que deben existir los siguientes criterios:
A. Los síntomas deben estar presentes y persistir por lo menos 6 meses a pesar de haber recibido apoyo escolar. Deben ser enfocados en las siguientes áreas:
1. Lectura de palabras imprecisa o lenta y con esfuerzo (p. e., lee palabras sueltas en voz alta incorrectamente o con lentitud y vacilación, con frecuencia adivina palabras, dificultad para expresar bien las palabras).
2. Dificultad para comprender el significado de lo que lee.
3. Dificultades ortográficas (p. e., puede añadir, omitir o sustituir vocales o consonantes).
4. Problemas con la expresión escrita (comete varios errores gramaticales o de puntuación, organiza mal la información, la expresión escrita de ideas no es clara).
5. Dificultades para dominar el sentido numérico, los datos numéricos o el cálculo (p. e., comprende mal los números, su magnitud y sus relaciones, cuenta con los dedos para sumar números de un solo dígito en lugar de recordar la operación matemática, se pierde en el cálculo aritmético y puede intercambiar los procedimientos).
6. Dificultades con el razonamiento matemático (p. e., tiene gran dificultad para aplicar los conceptos, hechos u operaciones matemáticas para resolver problemas cuantitativos).
B. Las aptitudes académicas están significativamente por debajo de lo esperado para la edad cronológica del niño. En consecuencia, interfiere con el rendimiento laboral o académico y sus actividades diarias.
C. Las dificultades comienzan principalmente en la edad escolar. Aunque también pueden manifestarse posteriormente.
D. No se explican como resultado de una discapacidad intelectual, trastornos visuales o auditivos no tratados, u otros trastornos neurológicos o mentales. Asimismo, no es consecuencia de un contexto de adversidad psicosocial, falta de dominio del lenguaje en el que se imparte la materia o métodos de enseñanza.
CONSIDERACIONES FINALES PARA EL DIAGNÓSTICO
Ciertamente, para poder diagnosticar, se deben presentar los cuatro criterios. Además, se pueden producir distintos tipos de dificultades, por consiguiente, el nivel de afectación puede ser leve, moderado o grave. Es fundamental la realización de una evaluación psicopedagógica completa. En otras palabras, se vuelve necesaria la aplicación de pruebas estandarizadas que puedan referir un retraso significativo (mínimo dos desviaciones típicas).
Adicionalmente, se debe contar con informes elaborados por parte del equipo docente en los que se puedan evidenciar las aptitudes y habilidades académicas del niño. Asimismo, es necesario contar con la información completa: antecedentes familiares, médicos, del desarrollo y educativos.
TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL APRENDIZAJE MÁS COMUNES
Disfasia: Trastorno de adquisición del lenguaje.
Discalculia: Dificultades relacionadas con las matemáticas y procesamiento aritmético.
Dispraxia: Alteración en el aprendizaje de movimientos elaborados.
Disfemia: Repetición de sonidos, sílabas o palabras, bloqueos al hablar.
Dislexia: Dificultad en la precisión, fluidez o comprensión lectora.
LA IMPORTANCIA DE LA INTERVENCIÓN TEMPRANA EN ESTOS CASOS
Como lo indican Ríos-Flórez y López-Gutiérrez (2017), la existencia de uno o más trastornos específicos del lenguaje pueden desencadenar en una menor flexibilidad cognitiva. En consecuencia, puede evolucionar en un trastorno global del aprendizaje. Evidentemente, este trastorno dificultaría en mayor medida el desenvolvimiento normal de la persona y la aplicación del aprendizaje en la vida diaria.
MEDIDAS DE INTERVENCIÓN EN LOS TRASTORNOS ESPECÍFICOS DEL APRENDIZAJE
En el caso de las alteraciones del aprendizaje, Ríos-Flórez y López-Gutiérrez (2017) proponen un programa formulado entre seis a doce meses que será adaptado en función de la magnitud del problema. Del mismo modo, indican la importancia del rol del neuropsicólogo en el proceso debido a las implicaciones biológicas presentes.
En cuanto a los trastornos específicos del aprendizaje, es importante contar con toda la información para poder desarrollar un plan individualizado y completo. Además, este programa debe incluir a un equipo interdisciplinario que fortalezcan las habilidades escolares y que trabajen en los elementos que generan dificultad.
CONCLUSIÓN
En conclusión, el desarrollo de las habilidades neuropsicológicas básicas para el aprendizaje puede ser un predictor de las dificultades que un niño tendrá en el futuro. Del mismo modo, es fundamental realizar un seguimiento de los estudiantes desde su inicio y a lo largo de todo el período escolar. De esta manera, se pueden evidenciar los progresos o evolución del rendimiento.
Es importante realizar una evaluación completa para un diagnóstico adecuado de trastornos específicos del aprendizaje. Así, se pueden dar pautas de los procesos necesarios a intervenir para buscar una mejora. Como resultado, el niño podrá desenvolverse con la mayor normalidad posible en el medio.
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